Quiénes somos.

Allá por el 2011, nos propusimos gestar la ADN (Abriendo el debate nacional), una revista de ciencia y tecnología que no solo se limitase a divulgar los avances en el arte si no también que opine sobre el aspecto político de la ciencia y técnica, partiendo de la visión que la ciencia no es mero conocimiento publicable en revistas internacionales sino un factor de poder para el desarrollo de nuestro pueblo, debiendo estar enmarcada en un proyecto de país industrial y soberano. Entre 2011 y 2013, publicamos 7 revistas, en formato impreso y con tirada gratuita que se repartió en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde varios de quienes somos parte de la revista nos formamos.

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Nuestra inspiración fue Ciencia Nueva, editada entre 1970 y 1974, revista que supo combinar divulgación de alto nivel con análisis político. Rolando García, Jorge Sábato, Amílcar Herrera, Oscar Varsavsky y Mario Bunge, entre otros exponentes del pensamiento científico argentino, escribieron notas y dieron debates apasionados en el correo de lectores.

Volvemos a la pluma (en formato digital), y los tiempos no son los mismos. A los dilemas históricos y estructurales de la ciencia argentina (desconexión con un proyecto de país, fragmentación institucional, precarización laboral, criterios de evaluación, etc) se les suma un contexto de ajuste presupuestario, cierre de programas tecnológicos como el ARSAT III y los desarrollos ferroviarios de Fabricaciones Militares, contracción en los cupos para las convocatorias a becas y las entradas a carrera del CONICET. Esto llevó, de manera inédita en el país, una movilización de la comunidad científica encabezada por las nuevas generaciones, que gestó la toma del Ministerio de Ciencia y Técnica y continúa con asambleas regionales de científicas y científicos en todas las provincias y plenarios nacionales.

Somos parte de esta lucha y entendemos que hay que fortalecer las discusiones sobre el destino de las ciencias en nuestro país. A los argumentos del cientificismo vigente y los intereses de las multinacionales debemos, como comunidad científico-tecnológica, pensar y debatir qué ciencia queremos para nuestro pueblo. Esta revista tiene la intención de dar un aporte en esta dirección.